Tengo un hijo de ocho años que tiene dificultades para quedarse quieto y es difícil de calmar. Durante los últimos 6 meses su agitación y agresión ha aumentado.
Tengo un hijo de ocho años que tiene dificultad para sentarse quieto, dificultad para calmarse y, durante los últimos 6 meses, aumentó la agitación y la agresión. No estoy seguro de si el divorcio tiene un impacto en su comportamiento, ya que han pasado tres años. Necesito encontrar una manera de disminuir la agresión y la ira antes de que se salga de control.