La realidad es que si todos levantáramos la mano, si tuvieras un pensamiento suicida, yo levantaría la mano. Creo que todos la tenemos. Ahora, tal vez no todos. En primer lugar, es normal, y es algo de lo que no nos da miedo hablar. Experimentamos estas emociones en las que queremos escapar de lo que sea que estemos sintiendo.
Quizá sea una ruptura. Tal vez sea la pérdida de alguna otra cosa. La pregunta, ¿podremos superarlas alguna vez? Yo sugeriría que no es superar, los tenemos. A medida que vienen, nos enseñamos a nosotros mismos y a nuestros hijos que cuando tenemos estos pensamientos, Hacemos una pequeña pausa y decimos, ¿qué es esto interesante? Que estoy sintiendo en este momento. ¿Es dolor? ¿Es tratar de escapar? ¿Estoy queriendo castigar a alguien más? Estamos hablando de regulación emocional para todos nosotros. Todos tenemos que aprender a lidiar con emociones difíciles, hirientes y dolorosas. De nuevo, volviendo al concepto, queremos modelar esto para nuestros hijos.
Si has tenido un pensamiento suicida, no tengas miedo de decir, sabes, realmente me he sentido así. Y no es difícil, no es vergonzoso hablar de ello, porque así es la vida. Miro mis propios pensamientos suicidas y digo: "Qué interesante es esto". Me encanta la vida. Y a veces es dura. Pero sé que puedo superarlo.
Sé que nuestros hijos también pueden, siempre que les ayudemos a entender que hay un lugar seguro al que acudir, que siempre pueden hablar, y que siempre podemos saber que habrá alguien a quien le importen, alguien que nos ayudará a dar sentido a estos sentimientos. ¿Los superarán o se quedarán con ellos para siempre?
Voy a decir que la mayoría de nosotros que tenemos pensamientos suicidas, no tenemos ningún deseo de llevarlo al siguiente nivel y actuar en consecuencia. Pero si alguna vez lo haces, yo podría decirle a mi hijo, si alguna vez lo haces que sepas que estoy aquí a cualquier hora, no me importa el día, la noche, la mañana, lo que sea, prométemelo. Y yo te prometo que, si alguna vez tengo esa sensación, te echaré una mano, porque no tenemos por qué hacerlo solos. En esta relación, lo resolveremos.
