Ya se trate de un grupo grande o de unos pocos, tener un círculo de amigos es crucial en la vida. Para los niños es especialmente importante a medida que aprenden habilidades sociales y se relacionan con personas ajenas a su familia. Sentir que pertenecen a algo y que tienen un sistema de apoyo es crucial para los niños.
Algunos niños hacen amigos con facilidad, mientras que otros se sienten tímidos e inseguros a la hora de entablar una conversación. Independientemente de sus instintos sociales naturales, todos los niños pueden beneficiarse de tener unos padres y una familia que se tomen el tiempo necesario para enseñar y modelar las habilidades necesarias para hacer y mantener amistades sanas.
Primeras amistades
Los primeros amigos de un niño suelen ser sus familiares, las personas más cercanas a él, a las que conoce de toda la vida. No hay por qué ser tímido, ya que tener a la familia cerca es completamente natural. Los niños aprenderán modales y comportamientos basándose en lo que se modele a su alrededor,
Sacarles de su zona de confort es otra cosa. A medida que el mundo de un niño se amplía, también lo hace su círculo social, que incluye vecinos, amigos de la familia, compañeros de colegio, compañeros de equipo o miembros de la iglesia. A través de estas relaciones y amistades incipientes, los niños aprenden a desenvolverse en el mundo que les rodea de forma adecuada y socialmente aceptable.
Aprender habilidades sociales
El Dr. Paul Schwarts, profesor de psicología y educación en el Mount Saint Mary College, explica: "No cabe duda de que tener amigos es sumamente importante para los niños. Las amistades contribuyen significativamente al desarrollo de habilidades sociales, como ser sensible a los puntos de vista de los demás, aprender las reglas de la conversación y comportamientos adecuados a la edad."
Aprender estas normas es el principio para que los niños comprendan lo que se espera de ellos, como esperar su turno para bajar por un tobogán. Si no se siguen estas normas, el niño puede sentirse marginado o como si no perteneciera al grupo.
Aunque todos los niños deberían abrazar su individualidad, la incapacidad para hacer amigos y mantenerlos puede tener graves repercusiones en su autoestima, felicidad, salud mental y bienestar general.
Efectos negativos de la soledad
Nadie quiere ver a su hijo solo, triste o sufriendo. Pero la soledad puede tener consecuencias duraderas que van más allá de un mal día en la escuela. Las investigaciones muestran claras conexiones entre la soledad y la depresión.
A estudio publicado en Development and Psychopathology demostró que los niños que experimentan periodos de soledad tienen más probabilidades de desarrollar depresión, ansiedad y dormir mal.
De hecho, "más de la mitad de los niños derivados por problemas emocionales de conducta no tienen amigos o encuentran dificultades para relacionarse con sus iguales", según el Dr. Schwarts. Sin embargo, prosigue, "en comparación con los niños que carecen de amigos, los niños con "buenos" amigos tienen mayor autoestima, actúan más socialmente, pueden hacer frente a las tensiones y transiciones de la vida, y también son menos víctimas de sus compañeros."
Los niños que aprenden habilidades sociales y entablan amistades tienen más confianza en sí mismos, se sienten mejor consigo mismos y están más preparados emocionalmente para afrontar los retos. Más concretamente, tener "buenas" influencias y amistades sanas tiene un impacto positivo aún mayor.
La importancia de las amistades sanas
Las investigaciones ponen de relieve constantemente los efectos positivos de las amistades sanas en el bienestar de los niños. He aquí algunas estadísticas convincentes:
- Según un estudio publicado en el Journal of School Psychology, los niños con amistades fuertes tienen un mayor sentido de pertenencia y una mayor satisfacción con su vida.
- Según un informe de investigación de la Universidad de Illinois, los niños que tienen amistades sanas demuestran una mejor inteligencia emocional y tienen más probabilidades de éxito académico.
- La Academia Americana de Pediatría subraya que las amistades fuertes contribuyen a mejorar la salud mental, reduciendo el riesgo de ansiedad y depresión en niños y adolescentes.
- Un estudio longitudinal realizado por la Universidad de Virginia descubrió que las personas que tenían amistades fuertes en la infancia tenían más probabilidades de experimentar mejores resultados de salud física y mental a lo largo de su vida.
- El Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano subraya que los niños que tienen relaciones positivas con sus compañeros muestran una mayor autoestima y son menos propensos a adoptar comportamientos de riesgo.
- Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge reveló que los niños con amistades fuertes muestran mayores niveles de resiliencia y están mejor preparados para afrontar el estrés y la adversidad. Tener amigos comprensivos puede servir como factor de protección contra el impacto negativo de acontecimientos vitales difíciles, ayudando a los niños a recuperarse y a mantener una actitud positiva.
Animar a su hijo a desarrollar amistades sanas no sólo aumenta su felicidad y bienestar, sino que también le dota de importantes habilidades que le servirán de apoyo a lo largo de su vida.
La orientación y el apoyo desempeñan un papel crucial en el desarrollo social de su hijo. Si fomentas sus habilidades sociales y creas un entorno positivo e integrador, les proporcionarás las herramientas que necesitan para entablar y apreciar relaciones significativas.