Una pregunta, Dr. Skinner, ¿podría darnos una visión general del trastorno de conducta?
¿Una visión general del trastorno de conducta? Bueno, depende. Si estamos hablando de -de nuevo, hay tantos tipos diferentes de conducta- pero si nos fijamos en esto en general, hay cosas específicas que buscamos.
No hacemos caso a la autoridad. Nos portamos mal, intimidamos, somos agresivos. La agresividad es un rasgo típico de los trastornos de conducta. No vemos cómo nuestras acciones influyen en los demás. Cuanto más nos comportamos así, más se vuelca nuestra energía hacia el interior. Eso significa que mi rabia puede producirse en cualquier momento y dirigirse contra cualquiera.
En estas situaciones, minimizo mi comportamiento. No reconozco cómo mis acciones hieren o influyen en otras personas. Y cuando esto ocurre de forma sistemática a lo largo del tiempo, empezamos a alejar a la gente. Esto tiene consecuencias sociales: puede que los demás no quieran estar cerca de nosotros. Se sienten distantes y quieren distanciarse.
En las relaciones humanas, cuando nos sentimos seguros, es más probable que conectemos o establezcamos vínculos con los demás. Pero si tengo un trastorno de conducta, no quiero estar rodeado de gente y no me gusta la gente. A menudo trato a los demás en consecuencia. Son cosas que hay que tener en cuenta en situaciones como ésta.
Me gustaría ayudar a este niño a desarrollar un entorno más seguro en el que sienta que puede estabilizarse y tener cierta seguridad. Pero eso no es fácil. El trastorno de conducta es un problema muy complejo. Las personas que lo padecen no respetan necesariamente la autoridad, no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, pueden ser muy negativas o desafiantes y menosprecian a la gente. Es difícil establecer un vínculo o conectar con ellos, y tienden a alejar a quienes intentan acercarse.
Si alguien me pregunta: "¿Por qué me pasa eso?", una de las razones -aunque no la única- es que ha tenido un trauma tremendo o experiencias negativas al principio de su vida. Algunos se refieren a esto como lesiones o heridas de apego. Puede tratarse de experiencias como abusos, ser testigo de abusos, violencia o no sentirse seguro. Son factores comunes, aunque no siempre la causa, pero a menudo contribuyen de forma significativa.