De acuerdo. Sé que hemos hablado mucho sobre la ansiedad, pero realmente siento que quiero asegurarme de hacer esta pregunta.
Dice así: "Mi hijo de 11 años se emociona mucho y se tira de los pelos cuando intentamos corregir una acción. Me preocupa si es normal".
Tirarse del pelo: me pregunto si es un mecanismo para combatir el estrés.
En esta situación, querría un poco más de información, como la primera vez que lo observaron. Puede que tirarse del pelo sea la forma que tiene el niño de lidiar con su ansiedad interna.
Si ese es el caso, queremos darles recursos para entender lo que está ocurriendo en su interior sin juzgarlos, pero con conciencia -respiraciones profundas, regulación-. Pregúntales: "Cuando te tiras de los pelos, ¿qué sientes?".
Fíjate en la curiosidad. En lugar de decir inmediatamente: "Deja de tirarte de los pelos", lo enfocamos con: "Me pregunto qué significa eso para ti. ¿Cómo es eso?". La curiosidad suele funcionar mejor que decirles que paren, lo que normalmente les hace continuar.
Si dicen que les ayuda a lidiar con el estrés, entonces podemos probar otras estrategias de afrontamiento. En primer lugar, tenemos que saber qué hace ese comportamiento por ellos. Cuando lo sepamos, podremos experimentar con nuevas estrategias.
Es importante recordar que se trata de una estrategia de afrontamiento. Si se la quitamos, tenemos que sustituirla por otra cosa que les ayude cuando estén ansiosos.
La ansiedad es fisiológica: es el cuerpo diciendo: "No me siento seguro" o "Me siento estresado". En el cerebro, la amígdala es el centro emocional y actúa como una alarma de incendios. Cuando está disparando constantemente, puede abrumar al resto del cerebro con alertas.
Tenemos que enseñar al cerebro a calmarse a través del córtex prefrontal, la parte que ayuda a regular las emociones. A esto se puede acceder a través de la respiración profunda, la meditación, la atención plena, el yoga, la música tranquilizadora o la oración.
Cuanto más podamos acceder al córtex prefrontal, más control tendremos sobre nuestras emociones. Esa es la habilidad en la que estamos trabajando: ayudar a las personas, especialmente a los niños, a aprender a regular las emociones activando la parte pensante del cerebro.