Bueno, hablando de predicar, esta pregunta dice: "Predicamos la salud mental para nuestros hijos, pero cuando planteo mis preocupaciones, se ignoran, y mis hijos siguen sufriendo."
¿Se les ignora en el contexto escolar o en otras situaciones? Si planteo mis preocupaciones y no me hacen caso, ¿qué hago?
La realidad es que, como sociedad, nos cuesta responder a los problemas de salud mental. Es una observación válida. Entonces, ¿qué hacemos?
Podemos hablar con los orientadores escolares o buscar consejeros profesionales que nos ayuden con los problemas de salud mental que estamos viendo. También tenemos que informarnos: ¿qué hacen las personas que gozan de un buen bienestar?
¿Cómo es su dieta? ¿Cuál es su rutina de ejercicios? ¿Cómo duermen? Si modelamos nuestras vidas según lo que hacen las personas sanas, podemos crear un entorno más estable.
Porque lo único que podemos controlar es nuestra propia vida. No sé cómo vivirán su vida los demás, pero puedo influir en lo que ocurre dentro de las paredes de mi casa.
Las personas mentalmente sanas suelen tener seguridad, conexión, apoyo significativo y las necesidades de la vida. Cuando sólo se intenta sobrevivir, es difícil. Por eso necesitamos programas de apoyo a los niños y las familias pobres.
También necesitamos crear vínculos significativos, abordar la soledad y reforzar los lazos comunitarios. Muchos distritos escolares están haciendo un gran trabajo mediante la creación de actividades comunitarias en las escuelas donde los estudiantes pueden socializar y establecer vínculos.
Tras la pandemia, nos alejamos de las actividades sociales. Pero tenemos que aumentar estas interacciones significativas. Estas son solo algunas de las cosas que debemos hacer como cultura y sociedad para mejorar nuestra salud mental y nuestro bienestar.