Así que hay una pregunta con eso.
¿De dónde vienen la culpa y la vergüenza?
porque voy a, voy a separarlos en un segundo.
La culpa en realidad puede ser saludable para nosotros. La vergüenza es una conclusión.
Soy malo. No soy suficiente, soy un fracaso.
Así que tenemos que separar la culpa y la vergüenza.
No son, no son las mismas construcciones en la investigación.
La culpa en realidad nos ayuda a cambiar
porque es como si hubiera hecho algo mal.
Necesito mejorar en eso. La vergüenza es que soy un fracaso.
No soy suficiente. He defraudado a todo el mundo.
La vergüenza es la interiorización de un concepto negativo.
No soy suficiente. No me quieren.
La vergüenza es muy destructiva para nuestro bienestar.
No es saludable para nosotros. Y una vez que se instala
la vergüenza es un poco más difícil
porque, permítanme ponerlo en un contexto diferente.
Creo que todos nacemos con una gran autoestima.
Creo que nuestros hijos vienen con este conocimiento innato,
que son buenos, esta innata interioridad.
Son, son, son,
son maravillosos, son hermosos.
Luego tenemos experiencias de vida, eh, a cualquier edad,
siendo intimidados, no haciéndolo tan bien como nuestros compañeros.
Y, y algo sucede donde empezamos
a cuestionarnos a nosotros mismos.
La vergüenza es una conclusión de que no encajo y no pertenezco.
Yo, uh, hay un libro, uh, titulado,
tratando la vergüenza crónica.
Y en el libro, el autor habla de sh este concepto
de vergüenza es relacional.
Siempre. Cuando siento vergüenza, no me conecto socialmente,
no siento que soy aceptable,
así que me alejo de otras personas.
Lo que queremos ayudar a nuestros hijos a hacer es desafiar...
esa creencia del campo de la vergüenza
y ayudarles a entender, volviendo al trabajo de Carol Dweck.
Cuando trabajamos, obtenemos resultados positivos.
No, no vamos a hacerlo perfectamente,
pero cuando han internalizado una creencia central negativa,
lo que queremos hacer es ayudarles a desafiar
llegando a una verdad.
Quiero que sepas que eres importante.
Te quiero, eres importante.
Y la idea de que no eres tan bueno como,
o no eres tan inteligente como quiero que sepas
que puedes sentirte así.
Pero cuando sucede, cuando te sientes así,
te invito a pensar en ello de otra manera.
¿Estás trabajando duro? ¿Podrías trabajar más duro? Sí. Sí.
Puedo trabajar más duro. Genial, pero tu valía nunca
depende de los resultados.
Si así fuera, todos tendríamos problemas.
Tu valor nunca depende de un resultado específico.
Si, si ese fuera el caso, entonces cada uno de nosotros
nos sentiríamos absolutamente fracasados,
porque cada uno de nosotros comete errores.
Cada uno de nosotros, nosotros, simplemente no somos perfectos.