Dante es extrovertido con sus amigos, seguro de sí mismo en la escuela y un miembro fuerte de su equipo de fútbol; nadie sospecharía que se siente totalmente deprimido y atrapado por las expectativas de su familia y sus compañeros. Mientras lucha por superar los sentimientos de desesperanza que han caracterizado su adolescencia, Dante encontrará aliados inesperados en su entrenador de fútbol y en el hijo del entrenador, un mentor de salud mental. También aprenderá que los conflictos con su padre no son culpa suya, que es lo bastante fuerte como para controlar la voz negativa de su cabeza y que es digno de amor y apoyo.