Esta sesión "Navegar por la crisis", posible gracias a una subvención del Departamento de Educación de EE.UU., cuenta con la participación de la Dra. Sonya Boom y la Dra. Gómez, trabajadora social clínica licenciada especializada en atención sanitaria conductual integrada. El objetivo de la sesión es ayudar a las personas y las comunidades a responder eficazmente a las crisis y apoyar a los afectados.
A crisis se define como un momento de intensa dificultad, problema o peligro. Puede manifestarse somáticamente a través de síntomas físicos como respuestas de lucha, huida o congelaciónLas crisis también pueden deberse a acontecimientos inesperados que alteran la capacidad de adaptación de la persona. Las crisis también pueden derivarse de acontecimientos inesperados que alteran la capacidad de adaptación de una persona. La experiencia de la crisis varía mucho de una persona a otra.
Es fundamental que los padres y cuidadores reconozcan cuándo algo "no va bien" y busquen ayuda para comprender y abordar la situación.
—Cuando un niño está en crisis, crear un entorno seguro es primordial. Los padres deben esforzarse por tranquilo y en controlLos padres deben mantener la calma, reflejando la serenidad que quieren que sienta su hijo. Al tiempo que mantienen la calma, también es importante que los padres reconozcan sus propias emociones humanas y expresen empatía, haciendo saber al niño que sentimientos como el miedo, la ansiedad, la depresión y la tristeza son respuestas normales ante situaciones difíciles.
Los niños suelen tener dificultades para verbalizar sus sentimientos debido a su inmadurez emocional. Los padres pueden ayudarles a regular sus emociones:
Los padres no deben tener miedo de las emociones crudas de sus hijos, ya que son experiencias humanas normales. El objetivo es ir a su encuentro y ayudarles a entender lo que sienten.
—Las crisis pueden afectar profundamente a los individuos desde el punto de vista biológico, emocional y social.
Estas respuestas, incluidos el miedo y la incertidumbre, son normales. Algunas personas pueden reprimir sus emociones, lo que también es un mecanismo de afrontamiento válido. Es importante reconocer que hay muchas maneras diferentes de responder a una crisis, ya sea con ira o simplemente con el deseo de seguir adelante. Tomarse tiempo para procesar lo ocurrido, identificar los factores desencadenantes y buscar soluciones comunitarias son pasos cruciales.
—El apoyo comunitario desempeña un papel vital en la respuesta a las crisis. Es esencial para:
Cuando una comunidad se enfrenta a una crisis, las reacciones iniciales más comunes incluyen la creación de monumentos conmemorativos y la organización de colectas de recursos. Sin embargo, es vital evitar glorificar los sucesos trágicos, especialmente en casos de suicidio. En su lugar, hay que centrarse en comprender las causas subyacentes y la tristeza experimentada por el individuo.
Los líderes comunitarios y los profesionales también deben recordar que no son inmunes a los efectos de las crisis y que ellos mismos pueden experimentar respuestas traumáticas. Es crucial evitar la culpabilización inmediata y dar prioridad a la creación de un espacio seguro para la expresión.
—Acceder a los recursos es un paso fundamental para superar una crisis.
La sesión concluye haciendo hincapié en que experimentar una crisis es inevitable para todos en algún momento, pero nadie tiene por qué pasar por ella solo. Buscar información y recursos es el primer paso, y hay sistemas de apoyo disponibles para ayudar. El mensaje ofrece esperanza, afirmando que la experiencia difícil es temporal y que las personas saldrán adelante.
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