Transcripción del vídeo
Pedir ayuda puede aliviar la carga de un abuelo o familiar, sobre todo porque no tiene que hacerlo solo. Y saber eso ayuda.
Sé que al principio es difícil porque quizá te avergüence el hecho de tener que acoger a estos niños, o te preocupe que alguien venga y se los lleve porque aún no tienes límites legales o lo que sea. Así que puede que tengas miedo de pedir ayuda.
Pedir ayuda te abre la puerta a obtener esos servicios legales, a obtener el apoyo de otros abuelos y parientes que crían niños. Y mientras lo haces, te darás cuenta de que, "Oh, no soy el único ahí fuera". Hay un montón de nosotros por ahí, y hay poder en los números. Quiero decir, no estás solo.
Y el solo hecho de saber que, especialmente con un grupo de apoyo, asistir a un grupo de apoyo todos los meses o todas las semanas, dondequiera que estés, puede ser algo realmente fortalecedor. Porque vas a salir no sólo con un recurso del que hablaron, sino que vas a salir con ese sentimiento de conexión que tuviste. Y vas a verte a ti mismo en las otras personas de la sala. Y eso es muy, muy poderoso, simplemente tener esa conexión.
Si no conoces ningún recurso local, lo único que tienes que hacer es, si sabes informática, entrar en Internet y buscar en Google "abuelos que crían a sus nietos" o "abuelos y familiares que crían a sus hijos". Y te aparecerán un montón de recursos diferentes, algunos nacionales, otros quizá locales de tu estado.
También hay libros que se han escrito, algunos libros de personas que realmente han criado nietos y parientes. Y te dan, como, los pasos a seguir. Son cosas a las que cualquiera puede acceder.