He aquí otra pregunta:
"¿Qué otras estrategias pueden ayudar a afrontar la depresión? Soy padre y estoy deprimido".
Gracias por ser tan abierto y plantear esta pregunta.
Quiero analizar la depresión desde dos ángulos diferentes.
En primer lugar, a veces la depresión es lo que llamamos ajuste. Hemos tenido cambios en la vida: la vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano, problemas en las relaciones, estrés económico, mudarnos a un nuevo barrio... En resumen, estrés situacional que desencadena la depresión.
En segundo lugar, hay componente biológicoen las que simplemente me siento triste sin una historia o razón clara. Esto a veces puede ser genético o relacionado con las hormonas, donde el cuerpo no tiene las sustancias químicas necesarias para alejarnos de "la tristeza."
Yo sugeriría identificar si se trata de una depresión situacional, biológica o una combinación de ambas.
Una vez hecho esto, la primera estrategia es darle voz y entenderla. Escribe lo que diría tu depresión si pudiera hablar. Dedica entre 5 y 10 minutos a describir sus palabras, sentimientos y emociones. Exteriorizar y expresar estos sentimientos puede ser terapéutico.
Mejor aún, comparte estos pensamientos con alguien que pueda ofrecerte cariño y apoyo. Esto requiere vulnerabilidad, pero sabemos que hablar de los sentimientos puede ayudar a calmarlos.
Cuando estamos deprimidos, tendemos a aislarnos, a diferencia de la soledad, en la que buscamos la conexión. La depresión suele hacer que queramos aislarnos, pero encontrar gradualmente personas que nos apoyen puede ser muy eficaz.
También es importante tener en cuenta factores como la depresión posparto o el trastorno afectivo estacional, en los que influyen la biología y el entorno.
Éstas son algunas estrategias y puntos de partida que yo recomendaría.